Jools Holland, por cierto, fue,
hasta que le sustituyó Paul Carrack, pianista de Squeeze, banda popular por su
canción Tempted, que recordamos en este vídeo.
Vamos a obviar que una cadena privada, salvo un Canal Plus de la vida, se
negaría a emitirlo por motivos comerciales. El dato es incontestable: no da
audiencia o no la suficiente como para justificar su continuidad. Bien, ¿pero y
en la televisión pública? Seguro que alguien con más información que este blog
aducirá que lo que cuesta producir un capítulo de la serie Isabel es mucho más rentable que invertir en un programa musical de
nivel. Hablamos de rentabilidad en términos de audiencia, que no en cuanto
publicidad, porque como es sabido, TVE ya no emite anuncios (codazo, codazo,
guiño, guiño…).
Olvidemos por un momento el vil metal y soñemos despiertos antes de que el
Gobierno también lo grave. Imaginemos un programa con cinco artistas invitados cada
noche, en el que se codearan músicos tan diversos como Diana Krall, The
Vaccines, The xx, The Beach Boys o Neil Sedaka… En otras palabras, música para
todos los gustos y edades. Supongamos que, además, les realizan una entrevista
en profundidad, hablando única y exclusivamente de música. Bueno, pues un
formato como este es posible en el Reino Unido y se pueden ver sus clips por
Internet http://www.bbc.co.uk/programmes/b006ml0l
Muchos recordaréis que ya se realizó algo parecido hace una década en La
Primera con Séptimo de Caballería,
presentado por Miguel Bosé. Independientemente de que Papitwo nos caiga mejor o
peor o de que nos gusten más o menos los cantantes que por allí pasaron, lo
cierto es que fue un programa de muy buena factura, donde los artistas
realmente se la jugaban en directo y daban lo mejor de sí. Séptimo… aportaba además un valor añadido: que, independientemente
de que actuaran figuras internacionales, otorgaba el protagonismo al producto
nacional, sin patrioterismos, pero sin complejos de inferioridad.
Aquello pasó a la historia, claro, porque no reunía a suficiente público
delante de la tele. De acuerdo, pero ahora que no existe la presión
publicitaria (esperad que nos entra la carraspera) ¿cuál es la excusa?
¿No sería posible un espacio que mezclara el mainstream y lo alternativo, lo nuevo y lo viejo, lo de aquí y lo
de fuera, para que todos pudiéramos conocer lo mejor de cada casa? Quizá así
saldríamos de la dicotomía de las radiofórmulas y el periodismo musical
cavernario tipo Radio 3. Quizá así se ampliarían horizontes musicales en un
país donde, sonroja decirlo, triunfa un himno al encefalograma plano como el Tacatá.
¿Sería mucho pedir?
Aquí tenéis un video del
especial de Nochevieja 2004 del programa de Jools Holland. Obsérvese la
diferencia entre traer a Eric Clapton para celebrar el Año Nuevo y, como en el
caso español, a Carlos Baute. Y aquí nos cerramos en banda: no hay debate
posible…
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